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                       < El Ajedrez como la vida>

Hay que entender el Ajedrez no solo como un juego, sino como un reflejo de la vida misma, un camino hacia el autoconocimiento y la paz interior.

El Ajedrez, una filosofía que nos enseña la importancia de la virtud, la razón y la naturaleza, se combina perfectamente con nuestro día a día y nuestra vida.

El ajedrez: Un juego de estrategia y reflexión donde cada movimiento en el Tablero se convierte en una lección de vida, y cada partida en una oportunidad para practicar la virtud y la resiliencia. Aquí no solo se trata de memorizar movimientos, sino de conectar con cada pieza cada movimiento y cada movimiento en el Tablero, como una reflexión en nuestras propias vidas.

1.- El Tablero:

Antes de aprender las reglas, dedica un momento a contemplar el Tablero de Ajedrez, observa los 64 escaques alternando entre Blanco y Negro: < Esta simple disposición puede representar la dualidad de la vida > Luz y oscuridad, bien y mal, acción y reposo... respira profundamente y intenta conectar con el Tablero, como si fuera un reflejo del Universo.

En la vida como en el Ajedrez cada movimiento y cada decisión importan, ejercicio de meditación, preparación y observación.

Conexión: Imagina que el tablero es un reflejo de tu vida, con todas sus posibilidades y desafíos, permanece en este estado de contemplación, permitiendo que tu mente se calme y se enfoque en cada movimiento.

2.- Las Piezas:

<Cada pieza en el Ajedrez tiene su propio carácter y movimiento, como las personas y situaciones en tu vida, conocerlas es entender sus roles y posibilidades>

Peones:

Son los humildes trabajadores, avanzan paso a paso pero tienen su potencial de convertirse en cualquier pieza (salvo el Rey), si llegan al otro extremo del tablero. En la vida no subestimes el poder de los pequeños esfuerzos constantes.

Torre:

Se mueve en línea recta, como la determinación  e integridad.

Caballo:

Su movimiento en L, representa la creatividad y la capacidad de abordar problemas desde ángulos inesperados

Alfil:

Se mueve en diagonal simbolizando la visión y la percepción más allá de lo evidente.

Dama:

La pieza más poderosa combina los movimientos de la Torre y el Alfil. Representa el equilibrio entre fuerza y flexibilidad.

Rey:

El centro del juego y aunque se mueve lentamente, su seguridad es crucial. Representa tu ser interior y la necesidad de proteger tu paz y equilibrio

3.- El arte de moverse:

En el Ajedrez como en la vida cada movimiento tiene consecuencias, no se trata solo de la acción, sino del propósito detrás de ella. 

Antes de mover una pieza, pregúntate:

<Que estoy protegiendo, que estoy intentando lograr y reflexiona sobre tus intenciones>

Visualización: Antes de cada movimiento, cierra los ojos y visualiza el resultado que deseas.

Reflexión: Pregúntate como este movimiento afectará a las demás piezas.

Conciencia: Haz el movimiento con plena conciencia de su impacto.

EL AJEDREZ en su simplicidad y complejidad < es un relejo de la vida misma >. 

Al contemplar el tablero observamos la dualidad de la existencia y la importancia de cada decisión. Conocer cada pieza nos enseña sobre los roles y posibilidades que tod@s tenemos, la meditación y reflexión sobre cada movimiento nos conecta más profundamente con nuestro propósito y nos preparara para enfrentar los desafíos con sabiduría y serenidad.

Este es solo el comienzo de nuestro viaje ( muy valioso para todos, pero en especial para los niñ@s ) hacia el autoconocimiento a través del ajedrez, pues a medida que avanzamos descubriremos más lecciones valiosas que este antiguo juego tiene para ofrecernos.

< Espero que encontréis paz y sabiduría en cada movimiento de vuestras vidas y como no, en EL TABLERO DE AJEDREZ >

                     < El Ajedrez como la vida >

Como debe de ser una mujer para que me enamore de ella y ser feliz a su lado?  

Que tiene que tener?

Entonces comencé a hacer una lista de las cosas que tenía que tener, y comencé a escribir cosas y más cosas hasta que terminé y dije: < tiene que ser así >.

A los pocos días de  acabar de  leer toda la lista que hice me di cuenta de una cosa: < Acabo de describir un ángel que vive en el paraíso y para poder estar con ella yo debo de vivir allí >

Entonces encontré un camino por el cual seguir y me convencí a mi mismo que lo que debía de hacer es convertirme en esa lista para tener la persona que quiero y empecé a trabajar en mi hasta que me convertí en esa lista y algo muy valioso aprendí:

<Hice todo lo que yo quería que la otra persona me diera, para ver que si de verdad era capaz de hacerlo yo me convertiría en esa persona.. y...>